martes, 19 de julio de 2011

La pucha que vale estar vivo.

Es simple. Puedo escribir algo gracioso, o algo melancólico, o algo "simplemente simple".
Obvio que voy a escribir sobre ellas. Escribí sobre mi vieja, escribí sobre él. Por qué no puedo escribir por las que me sacan una risa todos los días.
A veces son mejores que una hermana (sis no te enojes si lees esto) pero son las hermanas que uno elige. Son las que cuando te queres suicidar por poco siempre tienen una palabra para hacerte sonreír. Son aquellas que te mandan un mensaje sin importar la hora. Esas que te sacan el mal humor. Esas que te pueden escuchar todo una tarde llorar por un estúpido. Son aquellas que te ayudan a esconder el cadáver cuando asesinas a alguien. Aquellas que no les importa pasar verguenza adelante de todos. Son las que gritan, las que se cagan de risa de todo, las que juegan a las cartas en un bar sin mirar a su alrededor. Las que bailan hasta descaderarse hasta altas horas de la madrugada. Son las que putean sin sentido. Las que cantan canciones a los gritos en el medio de la calle. Esas, esas "inmaduras", esas que se saben divertir en cualquier lugar sin importar la situación, si ESAS SON MIS AMIGAS.
Son aquellas que me ayudaron a seguir adelante en los dos momentos más feos que pasé. Son las que me perdonaron, cuando volví. Son las que me recibieron con un abrazo fuerte. Ellas son seis, seis personas que adoro como si fueran mi familia. Son MI FAMILIA.
Por un lado está la que no deja de moverse todo el día, la única que no para de hablar ni un segundo. La que es capaz de decirte todo lo que le pasó en la semana en menos de dos minutos. Aquella que es un crack jugando al hockey.
Después viene la que te dice las cosas de frente sin importarle si te hace mierda. La que en una previa te dice...(censurado)..... la que está en todas. La que comparte todas las semanas viajes conmigo. La que a veces está POSTRADA en la cama. La que se ríe a carcajadas.
Y como en todo grupo no puede faltar la enamorada, acá pasamos a otro sector. Ella es la más simpáticas de todos. La que te escucha todos los santos días. La que te espera con mates calentitos en su casa. La que pone su trabajo como un lugar de encuentro para hacer mandados. Es la que más paciencia tiene.
Y bueno me faltarían dos, pero que les puedo decir. Con ellas dos nos encarnamos cuando estamos en vacaciones o nos llamamos todos los días cuando estamos en épocas "facultativas".
Por un lado está ella, la que me dice Raúl cuando me plancho el pelo y me pongo tacos. Es la persona que me traslado todos sus vicios. El amor por la cerveza y por los puchos. Es aquella a la que mi mamá le dice basura. La que viene a casa y se siente como en la suya. La que sale corriendo por el medio del centro para llegar a la casa. Aquélla que se aprovecha de nuestras borracheras para filmar vídeos decadentes. Aquella que conocí hace siete años a través del msn y ahora somos como hermanas.
Y no podría faltar el gato rubio. No me voy a poner a describir todas las cagadas que nos mandamos. Porque estaría toda una eternidad. Pero hay que tener en cuenta que la conozco desde los once años. Es otra de mis hermanas, pero esta vez., lo peor es que la gente se lo cree. Ella por parte de papá y yo por parte de mamá. Viste cuando tenes un amigo y se vuelven más pelotudos de lo que son. Bueno con ella pasa eso. Cuando estamos juntas prácticamente somos dos nenas de once años, jugando sin importar lo que pasa a nuestro alrededor. Siempre pero siempre pasamos verguenza en todos lados. Cuando no se nos aparece "alguien" en el lugar donde estamos o nos caemos, o nos tiramos la cerveza o el jugo en la ropa. Algo tiene que pasar en donde estemos. Si no perdemos la esencia.
Y acá termino. Ellas son mis amigas. Son las personas que yo elegí para seguir día a día. Son aquellas personas con las que elegí reírme.
Y ojo que no me olvido de aquella que está en todo momento, aquella que sufre en los parciales al igual que yo. La que putea a todos los profesores junto conmigo. La que chusmea todos los días a la mañana conmigo. Esa es mi amiga, la que adoro.
Y bueno que puedo decir del "hombre de la casa". Del que me escucha, a aquel que le tengo los huevos por el suelo de tanto hablarle de mis problemas mentales. Aquel que me dice cada guarangada como si fuera mi hermano. Aquel que está cuando más lo necesito. Es una de las pocas personas que me dice suicidate cuando realmente lo quiero hacer. Uno de los pocos que me hace poner los pies sobre la tierra. Es el hermano varón que siempre quise tener.
La verdad que sí, hoy puedo decir : La pucha que vale estar vivo. Doy gracias por tener amigos como ustedes.  Así se me hace cada día más fácil levantarme y seguir para adelante. De verdad GRACIAS.!

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